Zapatillas Le Coq Sportif: La historia del gallo deportivo

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Zapatillas Le Coq Sportif: La historia del gallo deportivo
RUNNEA
Por RUNNEA
Redacción RUNNEA Team
Publicado el 07-10-2016

En la localidad de Romilly-Sur-Seine, en el departamento francés de Aube, un hombre cuyo nombre es Emile Camuset confecciona en su pequeño taller, llamado Romillone, sus primeras camisetas de punto para sus amigos deportistas, entre los que se encuentran ciclistas, futbolistas y jugadores de rugby. Estamos a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1882. Sin él saberlo, está asentando los cimientos de una prestigiosa marca conocida como Le Coq Sportif (El gallo deportivo) que irá haciéndose legendaria a medida que va sumando epopeyas deportivas durante sus 130 años de recorrido.

La región de Aube era el epicentro de la industria de géneros de punto en la que se tejían guantes, gorros, sombreros, ropa interior, etc. y allí se concentraba casi la mitad del total de la producción nacional. A su vez, la ciudad de Troyes era el centro neurálgico regional de la industria textil. Era la década de los años 20 y el fin de la Primera Guerra Mundial, sin embargo esto no fue un impedimento para que el pequeño taller superara las adversidades post bélicas y creciera lentamente.

El maillot para ciclistas

Romillone fue poco a poco cosechando una buena reputación gracias a la excelente calidad y variedad de sus productos. Y es así como en el año 1929 la familia Camuset publica un pequeño catálogo con diversos productos deportivos, entre los que destaca una creación innovadora: el maillot para ciclistas. Posteriormente, llegarían las camisas para tenistas.

Uno de los acontencimientos más relevantes y que marcó el porvenir exitoso de la firma se produce en el año 1936, cuando Francia aprueba la ley de vacaciones de pagas. Esto permitió que la clase media, cada vez más numerosa y con mayor poder adquisitivo, incrementara el tiempo dedicado al ocio y a las actividades deportivas. Como consecuencia de ello, el taller comenzó a producir cada vez más prendas. Lo llamativo es que el taller de los Camuset nunca se especializó en ningún deporte en particular, diseñando todo tipo de prendas deportivas.

El traje del domingo: un chándal

Le Coq Sportif primer chandal historia

Así, llegaría en el año 1939 otra de las grandes innovaciones del negocio regentado por la familia Camuset: el primer chándal de la historia, conocido por aquella época como el traje del domingo. Dos años antes, el Olympique de Marsella se proclamó campeón de la liga francesa con una zamarra que había sido confeccionada en el taller Romillone. Las ventas crecían, no sólo en el ámbito del fútbol, también en el tenis, baloncesto y rugby.

El nacimiento del gallo

Le Coq Sportif primer logo

El concepto de marca comenzó a adquirir forma en 1948, precisamente el mismo año en el que los hermanos Dassler rompieron su vínculo comercial y crearon sus propias marcas Adidas y Puma. Fue entonces cuando empezaron a aparecer las primeras prendas del taller Romillone con etiquetas cosidas en su interior. El gallo, en pleno canto matinal, asomó por vez primera su cabeza bajo el nombre de Le Coq Sportif. La marca comercial se registró oficialmente en el año 1950, en cuyas etiquetas aparecía un gallo de cuerpo entero, con un amanecer de fondo y enmarcado dentro de un triángulo.

El Tour de Francia

Le Coq Sportif maillot Tour Francia

La década de los años 50 y 60 fue la de mayor esplendor para la firma francesa. En 1951 comienza una próspera relación comercial con el Tour de Francia. Sus maillots de punto moderno encandilan a la organización y Le Coq Sportif es designado proveedor oficial de los maillots de la ronda gala. Pero la cosa no se ciñó exclusivamente al ciclismo. En 1955 logra un contrato para vestir a la selección de fútbol francesa y en 1960 al equipo olímpico del país que compitió en los Juegos de Roma.

Guerra comercial Le Coq Sportif vs Adidas

A finales de esa década se fraguó una alianza estratégica con Adidas Francia que a la postre terminaría en una auténtica guerra comercial. El epicentro de las disputas: las famosas tres tiras que ambas marcas usaban en sus prendas. El asuntó acabó en los tribunales que dieron la razón y el derecho de uso a la firma del gallo en 1973. A partir de entonces, el principal objetivo de Adidas sería borrar del mercado a Le Coq Sportif, la presunta usurpadora de sus tres icónicas tiras.

En 1976 el francés André Guelfi compró el 51% de Le Coq Sportif (toda la parte correspondiente a la familia Camuset). Por otra parte, Adidas Francia ya era propietaria del 49% de la firma del gallo. En una jugada a tres bandas -nunca mejor dicho después de lo que ocurrió años atrás- Guelfi vendió un 2% a la marca germana, convirtiéndose ésta en la controladora de Le Coq Sportif con el 51% del capital social. Adidas Francia, olvidó los rencores del pasado y lejos de hacer desaparecer a la marca que había sido su competidora y enemiga, diseñó una estrategia de marketing para reflotarla.

Nuevo centro de I+D

Le Coq Sportif centro ID

Durante todos estos años, Le Coq Sportif ha seguido estando vinculada al mundo del deporte y su reto constante ha sido diseñar productos para los deportistas de más alto nivel. Por esta razón, en septiembre del año 2010 la firma del gallo inauguró un nuevo centro de Investigación y Desarrollo en una de las antiguas fábricas de confección de la marca, justamente donde comenzó a fraguarse su historia, en Romilly-Sur-Seine. En el año 2012 Le Coq Sportif celebró su 130º aniversario.

El logotipo actual

Le Coq Sportif nuevo logotipo

Actualmente, la marca del gallo deportivo tricolor ha vuelto a sus orígenes y se ha puesto a la cabeza en moda deportiva de estética retro. Bueno cuenta de ello son sus sneakers. Le Coq Sportif conserva el mismo espíritu de antaño que sigue siendo la esencia de su filosofía a la hora de diseñar sus productos. Una firma deportiva coqueta y atemporal.

Créditos Fotografías: Le Coq Sportif

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